Los efectos de la crisis mundial generada por el capitalismo salvaje, probablemente tendrán mas consecuencias que muertos en nuestros países considerados de tercer mundo en los próximos décadas. Las profunda brecha entre pobres y ricos que ha dejado el sistema económico imperante es insostenible, y hoy se esta manifestando con los constantes movimientos sociales empobrecidas, contra los poderosos que quieren seguir saqueando nuestros recursos naturales y seguir explotando la fuerza laboral barato de nuestros pueblos.

El gobierno peruano, que hoy refugia a los cómplices - prófugos de la justicia - de la masacre Boliviana en octubre 2003 con más de 70 muertos del expresidentes Gonzalo Sánchez de Lozada (cobijado por EE. UU.), esta vulnerando los derechos humanos mas fundamentales, como la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y el convenio 169 de la OIT, en la que menciona sobre la consulta del estado a los pueblos indígenas sobre las estrategias de desarrollo que concierne a estos pueblos, textos que Incluso están citados en la constitución peruana sobre la propiedad de la tierra y la consulta previa a los pueblos indígenas.
La masacre y los actos genocidas de un gobierno neoliberal peruano contra los hermanos indígenas, es solo una expresión del fascismo de estos proimperialistas, que no comen ni dejan comer (“perros del hortelano“), estos que por 500 años han entregado nuestros recursos naturales al capital privado y extranjero a costa de mas 1/3 de la población en extrema pobreza.
Estos gobiernos liberales - como el de APRA - están recurrido a sus sentimientos mas internos como el racismo
para imponer sus políticas ajenas a la realidad, con la complicidad de los medios de comunicación afines al gobierno como el periódico “el Expreso” de Peru, que han tratado a los indígenas originarios como SALVAJES alimentando un sentimientos de odio de la clase media y baja – a la cual pertenece los uniformados muertos - hacia estos pueblos hermanos victimas del capitalismo salvaje.

El rio de sangre en Perú no es justificable de ninguna manera, como pretende hacerlo el gobierno de APRA, una Imposición a sangre y fuego del modelo económico neoliberal no tiene nombre, por eso invitamos a la comunidad internacional unir Voces para parar esta masacre y genocidio.
Solidaridad con el pueblo amazónico de Perú que esta sufriendo y llorando ríos de sangre que avergüenza a la conciencia humana.
Juventud Revolucionaria
La Paz – Bolivia