La Delincuencia Juvenil

LA DELINCUENCIA JUVENIL Y LA POBREZA EN BOLIVIA

(*) Ruben F. Apaza M.

Cada vez mas el aumento de las expectativas y la disminución de oportunidades para los sectores de menor educación en Bolivia es un tema explosivo, este tema esta llevando a que progresivamente mas jóvenes marginados y discriminados estén saliendo a las calles nocturnas – incluso en el día – a asaltar armados a cualquiera que parezca bien vestido o lleve algún objeto de valor, lo peor aun es que los jóvenes están en estado etílico y a veces drogados.

A medida que avanzan estos grupos marginales, las clases y familias adineradas se repliegan cada vez mas en sus fortalezas amuralladas. Los nuevos edificios de lujo en cualquier ciudad del país ya no solo vienen con su cabina blindad de seguridad en la entrada, con guardias privados equipados con armas de guerra, sino que tienen su gimnasio, cancha de fútbol y de tenis, piscina y restaurants dentro del mismo edificio, para que nadie este obligado a exponerse a salir al exterior. Según algunos estudios los guardias de seguridad privados superas en 2 o 3 veces más que los miembros de la policía nacional.

Los ejecutivos y empresarios de Bolivia y de la región andina viven en castillos fortificados, cuyos puentes se bajan a la hora de salir a trabajar por la mañana y se levantan de noche para no dejar pasar al enemigo. Las calles de nuestras ciudades son tan inseguras que hay que tener cuidado hasta de los vecinos organizados – disque para aplicar la justicia comunitaria – contra los delincuentes; que en cualquier rato te agarran y te linchan sin piedad ni el mas mínimo respeto hacia los derechos humanos reconocidos a nivel internacional.

Hoy más que nunca la pobreza, la marginalidad y exclusión están pagando su factura a la población y esta erosionando la calidad de vida moderada de todos los habitantes incluyendo tanto ricos como pobres.

Para que van a querer los empresarios, académicos e intelectuales que se escudan detrás de las partidos y políticos de turno que llega al gobierno - por su mediocridad e ineficiencia - querer arriesgar cambios que pudieran afectarlos en sus bolsillos o en el estilo de vida.

La pobreza ha dejado de ser un problema exclusivo de los pobres, Bolivia tenía y tiene una de las tasas de pobreza más altas de la región y el mundo. La peor distribución equitativa e injusta hacia sus habitantes. Mientras la clase dirigente se da el lujo de vivir en la negación; los jóvenes, los pobres y los indígenas están presentes en el discurso político, pero que en la práctica son invisibilizados de la realidad cotidiana.

La pobreza y la delincuencia juvenil son un fenómeno trágico, pero disimulado, en las zonas periurbanas de las principales ciudades de Bolivia. Según las cifras de las Naciones Unidas y otras instituciones internacionales, alrededor del 45% de la población boliviana y de la región están insertos en la pobreza - incluso por debajo de los niveles - junto con la desigualdad y exclusión.

La expansión de grandes medios de comunicación esta llevando a los hogares mas humildes las imágenes sobre como viven los ricos y famosos, reproduciendo una crisis de insatisfacción, frustración y racismo que esta generando e incentivando a mas violencia.

En Bolivia hay una guerra civil no declarada, que esta cambiando la vida de los pobres y ricos por igual. En nuestras ciudades se están formando grandes grupos de jóvenes criados en la pobreza, sin estructuras familiares. Estos que viven en una economía informal y no tienen la menor esperanza de insertarse en la sociedad con oportunidades escasas de ascenso social; más para quienes carecen de capacitación laboral y de educación, por si fuera poco esta última cada vez más reducida y restringida.

¡Se esta jugando el presente de la juventud y se esta rifando su futuro!
¡Nunca es tarde para levantar el liderazgo de la juventud!
¡El mundo esta en tus manos!

(*) Estudiante de Ing. Industrial – UMSA